Roy Munson (Woody Harrelson) es el nuevo campeón de bolos de Iowa. Tras su primer torneo como profesional, intenta timar a unos incautos, pero las cosas salen mal y pierde una mano. Veinte años después, Roy sobrevive como puede vendiendo suministros en las boleras, pero, un día, conoce a Ismael Boorg (Randy Quaid), un jugador de bolos amish, y tratará de embaucarlo para ganar dinero.

Gordon McLeod (Robert Duvall), una antigua estrella del fútbol, acepta entrenar al equipo de Kilnockie, un pueblo de Escocia, que está atravesando una mala racha de juego y resultados. Ansioso de éxitos, el propietario americano del equipo (Michael Keaton) contrata también a Jackie McQuillan (Ally McCoist), una vieja gloria del fútbol, alcohólico y problemático.

Tras la muerte de sus dos hijos en un accidente, el matrimonio de Ted (Bridges), un autor de libros infantiles, y Marion (Basinger) empieza a ir mal. Ni siquiera el nacimiento de su hija Ruth (Elle Fanning) consigue que Marion supere el dolor. Tanto es así que, de hecho, viven separados, aunque guardando las apariencias. Además, Ted tiene numerosas aventuras. Un verano contrata como secretario a un joven (Jon Foster) que se parece mucho a uno de sus hijos. Marion simpatiza mucho con él, y él se enamora de ella.

Timothy Dumphy proviene de un hogar roto, tiene un perro con tres patas y un parche, y un especial atractivo para atraer problemas. Vive en una comunidad obrera rodeado de sus mejores amigos, tipos con poco futuro por delante. Un buen día estrella su coche contra una patrulla de la policía, excusa suficiente para que su padre, decida enviarle a un internado elitista para mantenerle alejado de problemas así como de las drogas y la violencia.

Un circo llega al pueblo donde viven Toby y Cal y presenta su atracción principal: Zachary Beaver, el chico más obeso del mundo. Los muchachos descubrirán que detrás del inmenso cuerpo hay un corazón vulnerable y comenzarán una hermosa amistad.